Ira, rabia, enfado… unas de las emociones que nos son más fácil de expresar a las personas, en diferentes niveles de intensidad.

Probad a hacer un ejercicio: En un día, cuenta cuántas veces ves a una persona molesta, enfadada o con rabia hacia una situación, objeto o persona (te adelanto que encontrarás varias): reacciones a las noticias de la televisión; comentarios en redes sociales; reacciones ante competiciones deportivas; disputas entre personas; etc.

Al igual que el resto, la ira tiene su utilidad para nuestro día a día, pero como es bastante sencilla de expresar, suele ser fácil dejarse llevar por ella. Funciona como una batería que cada vez se carga más y más hasta que explota. Y el problema viene ahí, cuando no sabemos medir el nivel y nos dejamos llevar por esta sobrecarga que dificulta tener en cuenta las consecuencias de nuestros actos.

Por ello, en este episodio podrás encontrar un ejercicio sencillo para medir esa ira y aprender a actuar según el nivel que sientas: el semáforo de la ira.

Como si de educación vial se tratase, aprenderás a saber cuándo puedes pasar, cuándo sería conveniente mirar antes de pasar y cuándo deberías frenar y esperar.