¿Sabéis que la frustración es una de mis emociones favoritas? No es agradable de sentir, pero es una emoción realista, valiente y necesaria.
Y como es así, no os voy a enseñar a acabar con ella o con la molestia que genera. Es más importante aprender a entenderla y actuar en consecuencia. O como lo solemos llamar: aprender a tolerar la frustración.
Esta emoción hace una llamada al cambio, a la necesidad de hacer algo de manera diferente. Pero no siempre se centra en que hagamos las cosas distinto, quizá ya hacíamos todo lo que podíamos hacer. A veces ese cambio se refiere a nuestras expectativas u objetivos: quizá lo que queremos o esperamos conseguir no es realista, o quizá no es lo que de verdad necesitamos, o no de esa manera… Otras veces, ese cambio hace referencia a nuestros pensamientos o nuestra forma de interpretar las situaciones: quizá necesitemos aceptar que no podemos hacer más o que no podemos cambiar algo. Estos también son cambios útiles.
Por supuesto, no es algo sencillo de hacer, pero me gustaría que, tras este video, esa sensación que sentís cuando la frustración os envuelve, sepáis verla como: todavía puedo cambiar algo, pero quizá no es lo que quiero o como quiero cambiar.