Leer a una psicóloga hablando sobre motivación es uno de los tópicos de mi profesión. Es por ello que uno de los mayores mitos sobre la psicología deportiva es que nuestra función es motivar. Digo mito, porque eso no es cierto.

Mi función no se limita a la motivación, sino que se extiende a todos aquellos factores que afectan al rendimiento. Y como variable que afecta al rendimiento, trabajo para favorecer una motivación más resiliente y duradera. Mejor establecida.

La motivación es super importante, tanto para el rendimiento, como para el resto de ámbitos de la persona. Es la energía, las ganas, el interés, las razones… que nos empujan a actuar, cambiar, perseverar, esforzarnos. Una de las energías que movilizan a las personas a conseguir o realizar cosas que son importantes para ellas en sus vidas. Y por esta importancia, es fundamental saber cómo cuidarla para que dure el tiempo necesario mientras alcanzamos nuestros propósitos.

No se trata de una fuente de energía ilimitada, tiende a descargarse y recargarse. Nosotras somos las encargadas de llevar a cabo estos procesos.

Si lideras o participas en un equipo deportivo, vas a comenzar una competición, te dedicas a un ámbito de rendimiento, te enfrentas a un proceso de largo recorrido, quieres hacer un cambio en tu vida o sientes que necesitas recuperar la motivación, dedica 5 minutos a descubrir cómo puedes fomentar una motivación más duradera y resistente en el capítulo siguiente.