En este capítulo hablo de una diferencia de concepto que a mí me parece fundamental en el ámbito de la inteligencia emocional:
Controlar emociones vs. Gestionar emociones
A pesar de que se emplean como sinónimos, si buscamos en el diccionario el significado de gestionar y el de controlar, no encontraremos sinónimos.
Cuando yo controlo, trato de imponer mi poder sobre algo, para modificarlo a mi antojo, mientras que cuando yo gestiono, trato de organizar ese algo para que salga adelante. Algo parecido sucede con las emociones.
Lo importante y lo que de verdad ayuda, a la larga, no es tener bajo control tus emociones, dado que estas son de naturaleza cambiante y controlarlas conlleva demasiado esfuerzo y energía para obtener resultados a corto plazo. Lo importante es aprender a gestionarlas, para ir encontrando el equilibrio que necesites en cada momento.